El tono de burla era notorio en su voz. Ambos lo sabían. No les molestaba, en especial al castaño y una pequeña risa lo denotaba. Más, no se quedaría así. -Me parece que tendré que hacerte gritar mi nombre hasta que realmente te lo aprendas -se acercó a sus labios con burla y reto en su mirar. Gumball se había sorprendido por su comentario- Quiero ver que lo intentes, Roy -y lo empujó a la cama.