Emma era un chica como cualquier persona en su último curso de instituto, solo se preocupaba de salir con sus amigas, jugar al baloncesto y, por supuesto, de Owen Wilson: su amor platónico, vecino y el mejor amigo de su hermano mayor. Todo iba bien hasta que alguien puso su mundo patas arriba. La cena familiar llegó y eso trajo consecuencias que ella no iba a poder evitar. Lo que Emma no sabía es que después de esa noche su vida iba a dar un giro de 180°...