Nunca en mi vida había corrido tanto como ese día, lo único que podía apreciar era la luna y como poco a poco se hacia más pequeño ese castillo, no sabia como había despertado en ese lugar pero algo me decía que tampoco quería averiguarlo. A las afueras del castillo pude visualizar a un hombre, lo que mas me llamó la atención fue su atuendo ya que parecía sacado de la época victoriana, decidí restarle importancia y le hice la pregunta a la que más tenia miedo. -Disculpe señor, ¿Dónde estamos? -En Rumania, para ser más específicos en transilvania Mi mundo se vino para abajo, ya no sabia que pensar como acabe en este país, no entendía nada, me arrepentí al instante cuando le hice la siguiente pregunta. - ¿Que año es? - 1840, señorita ¿Se encuentra bien? Entre en shock no sabía que hacer, salí corriendo de ahí y cada vez me sentía más mareada a tal punto de ver solo negro..