A sus 40 años, Kurn Tomasevic, ha tenido todo cuando ha querido, exitoso, despiadado y mujeriego. Con un maletín lleno de dinero que lleva a todos lados ostenta el récord de comprar a la mujer que desee. No confía en nadie más que en sí mismo menos, en las mujeres quienes los han abandonado siempre.
Hasta esa madrugada en que se encuentra en el final de un puente a una dama con un niño en brazos a punto de lanzarse. En ese instante, se ve reflejado el mismo en el rostro de ese niño y en la dama a su madre, hace 35 años.
La dama en cuestión no encuentra salida a su situación económica, hasta una madrugada en que decide dar fin a sus problemas. En ese frío puente, asida a las barandas de donde pretende lanzarse, le cuenta sus infortunios a un desconocido.
En adelante, y de la mano del hombre que impidió su muerte, será llamada Dilcia Spencer. La presencia de la mujer y el niño en la vida de Kurn, hará que desee mucho más que un trato de negocios. Pero la dama no está dispuesta a cometer el mismo error por segunda vez.
Encontrándose por primera vez que estaba equivocado, hay cosas que no se pueden comprar, por ejemplo...
El rostro de felicidad de madre e hijo al ver su nuevo hogar...
Mi gente hermosa, este libro es el premio a la chica que participó en el juego que hice en propuesta Indecente.
Dilcia Pedraza fue la ganadora...
Tras ser culpado del asesinato de su familia y salir por falta de pruebas, Shark Dewand busca justicia, para ello viaja a la Gran ciudad en donde los constantes arrestos por confundirlo con otra persona le dan una idea de lo que sucede.
Siguiendo esas pistas, descubre aquello que los estudios siempre han dicho, "Toda persona tiene por lo menos, siete gemelos perdidos en el mundo", Dewand se encuentra a uno de ellos, uno muy malo.
Después de descubrir la verdad, Shark quiere venganza y tiene el rostro del perfecto para hacerla.
Pero se le interpone el amor, uno que cree no merece en dos pares de ojos color violeta, haciéndole difícil cumplir su promesa...