Tienes miedo. Tienes ira. Dos ramas florecían en el interior de tu ser, hasta ahora separadas, caminos distintos. Pero se están entrelazando, los pétalos de sus flores rozándose, acariciándose, lanzando descargas de adrenalina que las incita a seguir creciendo, juntas. Te han engañado. Eres una ilusa. Aunque el primer tacto fue suave, ya no lo será más. El lobo se ha disfrazado de oveja y ahora el lobo habita en tu interior. Dos árboles así jamás deben de ser juntados, dos esencias así solo acarrean caos y desgracia. No puedes controlar tus sentimientos. Los instintos carnales tienen más fuerza. Pero, ¿quién eres tú para intentar reprimir los impulsos, habitantes de nuestra alma desde tiempos ancestrales? Es imposible una vez han florecido y los tuyos ya lo han hecho. Tu mente te tortura. Tus recuerdos te persiguen. Ya nada puedes hacer al respecto. No te reprimas, ya bastante lo has hecho. Deja que cojan tu mano y tracen la melodía que el azar quiera. Las baladas ahora serán rock y las inseguridades, puntos fuertes. El pasado no se puede cambiar porque es lo que nos moldea, no quieras cambiar aquello que te hace ser tú. ¿No te gusta? No haber dejado que las dos ramas se entrelazaran, fusionándose para trazar el camino del pecado. El pecado letal.
6 parts