-Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está, juguemos en el bosque mientras, el lobo no está, ¿El lobo está? -solamente se escuchaba el silbido de viento, viento que de alguna manera desde el principio de esta aventura, me ha llevado justo donde estoy. -Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está, juguemos en el bosque mientras, el lobo no está, ¿El lobo está? -era un poco divertida la situación, ya que estaba en el bosque. -Juguemos en el bosque, mientras el lobo no está, ¿El lobo está? -el sonido de unos pasos se hacía más fuerte, pero tampoco me preocupe mucho de ver quien era. -Sí, el lobo está, y está muy enojado. -verlo enojado es una de las cosas mas sexys que existe en este mundo. -¡Grrr! -ambos nos reímos. Se acercó a mí, para abrazarme por la cintura, quedando frente a frente, dándome un beso en la frente, causando que una pequeña electricidad pasara por mi cuerpo, como cuando nos conocimos, y como ha pasado desde entonces.