De haber sabido que ese primero de enero en el elevador de aquel viejo edificio comenzaría una historia que lo llenaría de dolor, noches donde no dormiría y días donde no comería, pero también momentos donde el creía que moriría de risa, o de amor, aún sabiendo como todo terminaría el no cambiaría nada, no cambiaría el hecho de que vomitaran sus botas nuevas, aquella salidas a casa de mi madre, ni los miles de cafés, aquellas caminatas donde compartíamos un audífonos, e incluso esos paseos largos donde el audífono también nos acompañará, no cambiaría sus besos ni su risa, porque aún sabiendo todo el dolor que viene con ello, el volvería a elegir el mismo camino, el volvería a elegir a Lilian, una y mil veces más.
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima de la media.
Mientras se sumerge en el mundo de los marginados y los monstruos, descubrirá que no es tan simple como parece. Luke en su nueva vida es descendiente del famoso escritor Edgar Allan Poe y debe lidiar con un viejo rencor familiar.