De haber sabido que ese primero de enero en el elevador de aquel viejo edificio comenzaría una historia que lo llenaría de dolor, noches donde no dormiría y días donde no comería, pero también momentos donde el creía que moriría de risa, o de amor, aún sabiendo como todo terminaría el no cambiaría nada, no cambiaría el hecho de que vomitaran sus botas nuevas, aquella salidas a casa de mi madre, ni los miles de cafés, aquellas caminatas donde compartíamos un audífonos, e incluso esos paseos largos donde el audífono también nos acompañará, no cambiaría sus besos ni su risa, porque aún sabiendo todo el dolor que viene con ello, el volvería a elegir el mismo camino, el volvería a elegir a Lilian, una y mil veces más.
Tom Riddle logró salir del diario en el momento que le hacía creer a Harry Potter que lo había derrotado, aunque la realidad fue que Tom aprovechó para escapar y volver a tomar lo que perdió hace unos años.