Mucha gente cree en la existencia de un hilo rojo que nos une al amor de nuestra vida, que no importa qué, llegaremos a encontrar el amor de forma fácil y simple, que estamos destinados a eso, que no requerimos esfuerzo para lograrlo; la cobardía de afrontar la realidad los engaña bajo esa mentira, porque el amor es la más horrible, dolorosa y peligrosa tortura que existe, requiere toda la capacidad física y espiritual que se tiene, no se limita ante algo tan estúpido como el destino, supera los límites dimensionales conocidos, está mucho más allá del entendimiento humano, sin embargo, somos capaces de sentirlo y, cuando se logra superar todas las adversidades del camino, es cuando comienza la verdadera aventura que aguarda en la cima de la montaña que nunca para de crecer, porque esas son las mayores cualidades del amor: se multiplica al repartirlo y es el sentimiento más simple y complicado de tener a la vez.