
Hermione Granger hiere el orgullo de Draco Malfoy con una simple calificación. Él jura vengarse... pero no con hechizos, sino con deseo, dominio y juegos oscuros. Lo que empieza como un castigo se transforma en obsesión. Y entre provocaciones, placer y poder, ambos descubren que la venganza puede ser tan adictiva como el pecado.All Rights Reserved