Diggory Crawford odia tanto los problemas que hay entre las brujas y los vampiros, no solo porque sean innecesarios (como dice él), sino porque también lo prohíben de hacer ciertas cosas que, para un chico de su edad, son normales y cotidianas; estamos hablando de: atender una escuela pública, tener una mascota, jugar videojuegos, salir de fiesta hasta el amanecer, tener muchos amigos y sobre todo, enamorarse. ¡Oh Diggory Crawford!, quién hubiese pensado que el brujo más poderoso se enamoraría de nada más y nada menos que un vampiro. ⚠️Esta historia contiene personajes de la comunidad LGBT, lenguaje ofensivo y demás, en caso de encontrar esto incómodo, se recomienda no leer⚠️ 🧚♀️Actualizaciones todos los domingos🧚♀️