Definitivamente no era del tipo de esa chica, ni era ella su tipo tampoco.
Lane era negro, y no solo por las ropas, era negro en un sentido emocional. Su vida había sido oscura y él lo reflejaba en su aspecto, en su forma de hablar, siempre distante y amarga, en sus gestos y hasta en sus relaciones amorosas, fugaces y sin una pizca de romance.
Lucy, en cambio, era luz. Era blanco inmaculado y radiante, como solo lo podía ser un ángel, o, en su caso, una chica virgen. Y no solo en términos sexuales. Virgen en todos los sentidos posibles. En cuanto puso un pie en la ciudad, sus ojos verdes se abrieron a toda su capacidad y no dejó, a partir de entonces, de sorprenderse por todo lo que veía.
Historia protegida.
( la historia tiene un montón de errores ortográficos, es el primer vistazo a la pequeña historia que he tenido en mente)
Es una historia LGTB, así que si no es de tú agrado, podes retirarte :)