Tiembla... Tiembla... El peor mal que podría existir despertó. Destrozará todo al compás de la eterna tormenta, marcando un ritmo tenebroso, con una melodía de muerte.
En el mundo existen personas mágicas, llamadas dangics. Crearon sus ciudades en lugares dónde los nogics no molestarían, ya que eran vistos cómo fenómenos.
Una de estas ciudades, posee una mafia, una ayuda importante al dueño de la oscuridad. Pero también a seis destinados a tratar de frenarlo. Otros cinco serán su grande apoyo, logrando más de lo que alguna vez hicieron.
Su sola presencia pone en peligro a todos. La voluntad de este ente traerá únicamente desgracia. Una guerra se desatará. ¿Podrán deternerlo antes de que arrase con toda vida? Tal vez sí, o tal vez...
Una extraña obsesión.
No supo cuando ni como empezó, era extraño que cada vez que lo veía sus instintos se ponía a flor de piel.
Su nombre era Daenerys Targeryen, y su vida había estado marcada por una obsesión silenciosa pero profunda: Jacaerys Velaryon.
Pero, como las olas que golpeaban la orilla, su obsesión se estrellaba contra la dura realidad de que Jacaerys parecía tan distante e inaccesible como el horizonte mismo.