Harry sabía que era peor escoria de lo que había sido su padre en vida, pero se excusaba creyendo que aquello estaba en sus genes, que no lo podía cambiar aunque en el fondo de su corazón sabía que si podía hacerlo. Vio en la pantalla de su móvil el mensaje de texto y sostuvo con fuerza la mano de su esposa. Ya había escogido y no había vuelta atrás. Mallory lo iba a odiar toda la vida y ya no podía hacer nada para evitarlo. Lo merecía. Harry|35 años. Mallory|19 años.