âððð¬ ðð ð®ðð¬ ð£ððŠðÌð¬ ð¥ð®ðð¢ðð«ðšð§ ððð§ ððð«ðŠðð£ðð¬ ððšðŠðš ððªð®ðð¥ð¥ðšð¬ ðð§Ìðšð¬. ð ð®ð ðð¬ðð ðð¥ ðŠðšðŠðð§ððš ððšð§ðð ð¥ð ð ðð§ðð ð¬ð ðð¢ð¬ð©ð®ð¬ðš ð ððð§ððð« ð¬ð®ð¬ ð©ð«ðšð©ð¢ðð¬ ððð¬ð ð«ððð¢ðð¬.â Fueron innumerables las historias que se ocultaron detrás de las canciones prohibidas de Arda, y que, con el transcurso de los años, se sumieron en el olvido. Eran melodÃas cargadas de tabúes, desgracias, maldad y pudor. Sin embargo, hoy, después de tantas eras, vuelven a resonar para que todo el mundo recuerde lo que sucedió en aquellas generaciones carcomidas por la oscuridad y los llantos ajenos. Mi nombre es Tom Bombadil y, si estás listo, hoy te contaré la historia de las treinta y una baladas de «Canción de llantos rojos».All Rights Reserved
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