- Soy un monstruo - dice abrazándome. - Te he asustado, no debería haberte empujado. - Estabas en pleno ataque de ira - le digo compresivamente. - Solo me he asustado, no ha pasado nada Érick. - Estoy roto, Amanda - dice mirándome. - Muy roto. - Yo también. - le digo acariciando se rostro. - Tu eres perfecta. - Eso es mentira - niego, sé desde hace mucho tiempo que la perfección no está a mi lado. - Estoy incompleta, literalmente. - añado en voz baja. - Eso no es motivo para no ser perfecta - dice mirándome con amor.