Esa noche cambió mi vida. Vi a mis padres morir. No fui capaz de gritar, no fui capaz de pedir ayuda. Simplemente observé. Observé atentamente cada uno de los movimientos del asesino. Observé su arma. Su empuñadura. Observé el tatuaje de escorpión en el lado derecho de su cuello. Solo observé. Ahora, solo quiero venganza, vengar la muerte de mis padres. Solo quiero encontrar el asesino y hacerle pagar cada una de las lágrimas que derramé por mis padres. ••• Libro I de la bilogía Pasados Amargos