Proyecto Ánthropos

Hay dos cosas que deberías saber sobre mí antes de empezar a leer esta historia.

La primera: Mi nombre es Noah. Ni Proyecto, ni Hugo, ni cualquier otro nombre que la gente use para referirse a mí. Noah. ¿Queda claro? Bien.

La segunda: No soy humano. Puede que lo parezca desde fuera, pero si miraras mi cuerpo con una máquina de rayos X, podrías verlo. Mi piel está hecha de plástico. Mis venas son cables. Mi sangre es aceite de motor. Todos mis órganos, excepto mi cerebro, son artificiales.

Guay, ¿verdad?

Mi vida no es tan interesante, en realidad. Fui creado en un laboratorio y viví la mayor parte de mi no-vida en una Habitación deprimentemente pequeña llena de científicos con batas blancas y guantes de látex. Sin embargo, acabé cansándome de estar rodeado por las mismas cuatro paredes todos los días y ver las mismas caras a todas horas, así que decidí escaparme. Ya sabes, lo normal.

Pronto descubriría que nada era lo que parecía, ni siquiera mi propia existencia. Todo estaba a punto de cambiar...