Después de muchas discusiones y enfados por lo de Eobard Thawne, mas la frustración por la muerte de Iris West a manos de un meta-humano, Barry Allen sentía que ahora, cinco años más tarde, por fin estaba conociendo a Nora. En todos los sentidos, entre ellos el sentimental, sobretodo cuando se dio cuenta de que a su hija le gusta su amiga Caitlin Snow, o más bien, su proyección de Killerfrost, o... ambas.