- ¡No puedes ser tu mi madre! -gritó Jennie atrayendo la atención de todos en ese salón. - Lo siento hija -lloraba la mujer mientras caía al suelo. - ¡No me llames hija! -gritó Jennie - ¡Yo no tengo madre, para mi, mi madre está muerta! La mujer paro de llorar en seco, esas palabras la apuñalaron como un cuchillo. - Lo hubieras pensado antes de abandonarme con sólo 8 años -los ojos de Jennie se llenaron de lágrimas - ¡8 años y me abandonaste con Yeji y la abuela, y ni dinero tenía!