En medio de las montañas del continente de Orialloth, se alza un reino oculto a la vista de los mortales. Fueron gobernados por semidioses justos y sabios, a los que servían con gran devoción. Una gran espesura de árboles y follaje de hojas cubrían cada uno de los límites del lugar. En el centro, se podía captar el colosal palacio de las deidades. Pero lo que más resaltaba, era el reptil que sostenía la gran biodiversidad. Ahora, el joven príncipe Asdiel se encargará de mantener la armonía y paz en el reino. Tendrá un gran desafío, pues, cree que su abuelo, el padre de dioses, le dejó un cargo muy grande. * Derechos reservados, prohibido plagio y/o adaptación completa o parcial de la obra.* * Historia completamente mía.*