"Pero fue en algún punto en que las estrellas del otro lado de la ventana formaron un triangulo perfecto, cuando se me ocurrió que una vela representaría mi vida a la perfección. Sí, extraño, lo sé. Pero esa vela era la que creía responsable de mantenerme viva, de darme las fuerzas para levantarme cada mañana y el poder de quemarlo todo si así lo quisiera.
Pero claro estaba que las velas eran tan delicadas como poderosas.
La primera tormenta que amenazó con apagarla recuerdo que fue mi primer amor fallido. Era una niña en ese entonces, y todo lo que me sucediera se sentiría el fin del mundo, pero luego los brazos de mis padres eran suficientes para reconfortarme y evitar que la vela sufriera algún daño.
Mi padre en específico ponía sus manos alrededor de la vela cuando alguna tormenta amenazaba con acercarse demasiado. Siempre estaba ahí sin faltas, excusas, prejuicios o penas.
Hasta que una tormenta se lo llevó a él, amenazando con llevarme a mí y a mi madre a la vez. No lo logró. Pero sentí como la vela aceleró su derretimiento. Sentía como el dolor me quitaba algo de vida cada segundo que pasaba.
Y esa noche... Esa noche fue como cambiar de planeta, viajar a la zona más oscura del océano, al centro de la tierra, donde el oxígeno es escaso y los sueños ya han perdido el sentido hace tiempo.
Esa noche cambié a un mundo en donde las tormentas son como las olas saladas que anticipan al tsunami. Vienen una tras otra, no llegas a recuperar el aire que ya te azota la siguiente.
Y yo ni siquiera sabía nadar."
-¿Nunca te cansas?
-¿De qué?
-De fingir que eres lo suficiente fuerte como para callar todo lo que sientes.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?