Me encantaría sonreírte todos los días de mi vida.

Carolina a un mes de cumplir la mayoría de edad, cansada de la ciudad en la que llevaba cinco años viviendo desde que su madre murió, decide viajar a sus añoradas montañas en las que se había criado junto a su madre y su hermana Verónica.
Al volver a su pueblo natal se reencuentra con Daniel, su amigo de toda la vida al que no había vuelto a ver desde que se mudó de allí. Daniel estaba muy enamorado de ella cuando apenas tenía trece años y él diecisiete, pero una relación con esa diferencia de edad no estaba bien visto en el pueblo. Cuando ella se marchó él prometió esperarla y ella aseguró volver cuando cumpliese la mayoría de edad. Ahora vuelven a reencontrarse y sus vidas han cambiado bastante.
Carol rompió esa promesa, ¿y Daniel?
¿Siguen sientiendo el uno por el otro? ¿Qué pasará ahora que han vuelto a reencontrarse?