Desde el comienzo de su vida ella sabía que nada era normal hasta que en el camino encontró a ese chico que la puso en la realidad... En la realidad que era su vida saliendo del papel de la chica normal que ella había formado. Una castaña con unos encantadores ojos azules, que a su vez intentaban esconder lo que en realidad era. Un rubio de ojos claros, que a la vez podían ser tan obscuros que te podían hipnotizar. Un azabache de ojos hazel, o eso el decía pero lucían como esmeraldas puras, si lo veías de cerca. Y cuando ellos se encontraron sus almas teñidas de rojo podían estar en paz. Calmando sus demonios internos... Algo inusual notaban los que los llegaron a conocer algunos decían que sus ojos cambiaban, otros que algunos días eran explosivos o algunas de sus conductas extrañas. Algunos los tomaron a locos al escuchar lo que la gente decía pero otros sabían que un gran misterio había en esos chicos que era inexplicable. -mírame-dijo Dylan tomándome del mentón-aún tienes ese deseo de muerte en tus ojos-dijo sonriendo para si mismo-me pregunto como Tom no lo noto desde el principio...