A media noche en el piano

Terrence de Saint Albans y Marcellus Field deberían haber sabido que nada en sus vidas había sido fácil cuando se trataba de su padre. Antes de saborear la victoria de una preposición que les fue entregada en bandeja de plata, fueron arrancados de la realidad por el testamento que les permitió darle a Marcellus el puesto que se merecía, siempre y cuándo, algunos de los dos accediera a casarse con la única ahijada del duque.

A merced de una temprana muerte de sus padres, Henrietta Duff es criada bajo el yugo de su padrino, el duque de Saint Albans. Su entrega y honor le permitió ganarse el corazón del canoso hombre, jurándole darle una vida acomodada a toda costa. Por ello, cuando al final del invierno de mil novecientos cincuenta y ocho, los dos hombres que acaba de catalogar como potenciales pretendientes, cruzan el umbral para sacarla de su nuevo hogar, Etta pone el tablero en juego; uno de los dos debe elegirla como esposa si no quieren perder la fortuna y el posible titulo dentro de veintitrés meses.

El problema recae en que Henrietta es la clase de mujer que ninguno de los dos desea bajo aquella apariencia grotesca y las faldas de solteronas. Solo tienen una apuesta, y una mujer dispuesta a entregarlo todo para obtenerlos porque no tendrá nada que perder... al fin y al cabo, se hará rica en menos de dos años pero lo que más desea, es ganarse el corazón de al menos uno de ellos...

O de solo uno en específico. Marcellus Field.