A mi edad los jóvenes se preocupan por crear las anécdotas que contaran al crecer, historias de amor adolescente, fiestas épicas, aventuras con amigos. Me importaba ser parte de eso, aunque siempre supe que no podría contar mi historia a mis nietos quería que alguien más lo hiciera, quería estar viva el tiempo suficiente para tener una historia que la gente no olvidara. Pero se me salió de las manos, mi historia fue más allá de lo que pude imaginar, y como solo yo la conozco seré yo quien la cuente, así que aquí tienen la historia de mi vida, una vida dividida entre los humanos y los que no son de este mundo.