¿Villanos o héroes?

En una parte muy lejana de nuestra galaxia se encuentra un planeta llamado Teotltlán (lugar cerca de Dios en náhuatl). El cual ha desarrollado algo parecido a la magia gracias a una energía misteriosa que abunda en el universo. En ese planeta se han desarrollaron múltiples seres pensantes. Los cuales tuvieron que convivir unos con otros ya sea de buena o mala forma. Aprendieron a utilizar esta energía misteriosa para hacer prosperar y para poder defenderse de otras razas o ayudarlas.

La historia nos cuenta la vida de un Tlakatl. Una raza de ese planeta parecida a los humanos de nuestro mundo y la cual es la raza más poderosa de Teotltlán. Su nombre es Ikal y nace en una familia noble de la sociedad Tlakatl. Las clases sociales del Imperio Tlakatl son muy marcadas. Debido a esto hay mucha discriminación en su sociedad. Ikal se propuso acabar con esta discriminación utilizando su estatus de noble. Pero aprenderá que no es tan sencillo cambiar a una sociedad que se ha mantenido arraigada a sus viejas costumbres por milenios.
A medida que va creciendo memorias que no le pertenecen empiezan a surgir en su mente. Además, escucha y ve a un ente. Este le aconseja o ayuda a Ikal en ciertas situaciones. Pero sus consejos a pesar de ser útiles, siempre son de una moral cuestionable.

A su vez en nuestro planeta una chica llamada Shizu que vive en Japón. Le apasiona todo lo relacionado a antiguas civilizaciones de nuestro mundo. Se pasa sus días de preparatoria como muchas chicas de ese país. Es huérfana, pero eso no le impide querer cumplir su sueño de ser arqueóloga. Un legado que sus padres le inspiraron. Ya que ellos también lo fueron. Sus padres desaparecieron en una expedición en México. Fueron declarados muertos después de mucho tiempo de búsqueda. Cierto día algo ocurre y Shizu es llevada por un ser casi divino a otro planeta. Teotltlán el hogar de los dioses.