Hay quien afirma que toda gran verdad nos es revelada con dolor... Inicio de "Largas noches de lluvia": «Hay quien afirma que toda gran verdad nos es revelada con dolor. Puede que esto sea cierto y puede que no; lo único que yo puedo decir al respecto es que al menos en mi caso no sucedió así. Si alguna vez la Verdad me fue revelada, ocurrió una mañana mientras tendía la colada en el balcón de mi casa y, en aquel momento, no fue doloroso en absoluto, sino sorprendente y reconfortante, como encontrarse con un viejo amigo en una ciudad extraña". Todos los pueblos guardan secretos. Atesorados durante generaciones, crecen como el musgo en los rincones sombríos: en los sótanos húmedos de las casas, en las habitaciones cerradas, o en los silencios incómodos. Secretos a veces banales y en ocasiones horribles, pero siempre presentes en una comunidad pequeña donde todo se sabe, pero nadie sabe nada. En 1961, tras más de veinte años en paradero desconocido, Rogelio Villanueva regresa a su pueblo para hacerse cargo del negocio familiar. En 1967, su cadáver aparece desangrado en la bañera. En el lavabo, una nota con una críptica inscripción; y bajo su barbilla, dos extrañas marcas amoratadas. Muy pronto, lo que parecía ser un suicidio se revela como un asesinato, dando pie a una investigación que desembocará en una conclusión inesperada. "Largas noches de lluvia" es la historia de un crimen que no es sino la culminación de una cadena de crímenes pasados; es una historia sobre cómo se cocinan los secretos más horribles en los pueblos, a fuego lento; pero, sobre todo, es una historia acerca del amor de un padre hacia su hija, y de los extremos a los que ese amor le puede llevar.