La montaña inalcanzable

-¡Eres insoportable- él la patea con sumo despreció.

-Por favor dime en que estoy equivocada, provocarte malestar no fue mi intención- le dijo ella llorando, causándo que el la golpeara de nuevo contra el suelo.

-¿Acaso crees que se puede vivir de buenas intenciones?¿Acaso no tuviste todo el tiempo que quisiste para cambiar y aprender?¡Aún te atreves a pedir más!- Él le grita con odio, él le echaba la culpa de ser quien le provocará golpear a una mujer; el no quería ser esa clase de hombre. Sin embargo lo vivido con ella causó que sacará lo que más odiaba de si desde adentro.

-Olvidalo amor- dijo una mujer que estaba a su lado- no vale la pena- esta perr a se suponía que era su amiga, ella se supone que debía apoyarla al igual que hizo ella; sin embargo se las ingenio para que el y ella se odiaban y así poder robarlo.

La mujer en el piso no sabe lo mucho que fue enmarcada y perjudicada por su ingenuidad, tampoco sabía que ese era el principio de sus desgracias. Por causa de esa mujer ella no dejo de sufrir, por donde fuera sufría abusos verbales o físicos y todo orquestado por esta mujer; ella no lo supo hasta que estaba a punto de desfallecer.

-¿Porque?- ella le pregunto a esta mujer desarmada sin saber porque le tenía tanto odio. Ella nunca hizo nada que le hiciera daño.

Ella solo se rió vil mente sin responderle, ella no tenía porque perder su tiempo con un insecto; dejando La morir presa en la casa donde estaba secuestrada.

-¡Respondeme!- ella se levantó de su cama gritando-¿Eh?, esto parece mi cuarto;¿Acaso reencarnar en mi misma en el pasado?- ella corrió al baño sólo para ver que su suposición era correcta. Ella agradeció a los cielos está segunda oportunidad prometiendo que no se dejaría engañar una segunda vez.