Amy no entendía lo que pasaba a su alrededor, sólo despertó en ese viejo ascensor, yendo a quien sabe donde. Asustada de lo que pudiera ocurrir busco una manera de zafarse de aquel horrible lugar, pero no importaba que intentara, gritar, golpear, lo que sea, nada parecía funcionar. Cansada y frustrada se dejo caer en un sueño profundo a la espera de su destino deseando que este no sea tan malo. Newt corría por el laberinto junto con sus compañeros, buscando una salida de esa prisión al aire libre en el que estaban. Todos los días, durante los últimos dos años, se dedicó recorrer el laberinto, dibujandolo e intentando distintas maneras de salir de allí. Lo que no sabía es que tal vez Amy era la clave para resolver todo.