Prólogo Can Yaman era un soltero por el que cualquier mujer pujaría. El atractivo abogado era también un posible heredero de la enorme propiedad de los Yaman y él estaba a disposición de cualquiera de la subasta benéfica. Pero cuando Josephin Smith ganó a Can para el fin de semana, no reclamó su premio. ¿Por qué había gastado aquella preciosa morena cientos de dólares para luego marcharse? Can no iba a aceptar un no por respuesta. ¡Conseguiría que ella fuera su amante!.