Los dos miembros de la hermandad oscura habían actuado de nuevo, minas por todo el pueblo explotaban una a una; sabían que lo que habían hecho era digno de cárcel o posible expulsión de Karmaland, por lo que decidieron escapar de la escena del crimen e irse lo más lejos posible, esperando a que nadie los viese, pero sin darse cuenta de que se adentraban en un bosque lleno de sorpresas. ¿Encontrarán el camino de vuelta? ¿Podrán ser sinceros con sus corazones?