No sé cuando fue la última vez que vi un superviviente. Llevo días, semanas, meses, no lo sé, caminando como si fuese una nómada como los anteriores seres humanos que aparecían en mi libro de historia. Apenas me queda munición y poco puedo conseguir de comida, pero me mantengo con vida, sobreviviendo, y avanzando. Me he vuelto de hierro en estos tiempos, otra opción tampoco me quedaba... morir... esa idea no me agrada mucho, que digamos. Esos... esos seres... ¿muertos? Joder, juro que ese hombre se había muerto. Pero se levantó del suelo como si nada, y caminaba hacia mi extendiendo los brazos, quería atraparme, comerme, como hicieron con mis padres. Pero conseguí escapar, no sé como, pero lo conseguí. Ahora, con lo poco que tengo, camino desde San Diego, en el sur de California, hasta Richmond, Virginia. EEUU. Es un camino muy largo ya que tengo que cruzar todo el país... pero necesito encontrarle, necesito encontrar a mi novio. Él es la única persona que me queda, es mi única esperanza. Espero que siga con vida, espero que no esté muerto, espero que no se haya convertido en un zombie.