Erin Blake y Jesse Fernández se conocían desde que llevaban pañales y andaban a gatas. Su forjada amistad les llevó a convivir juntos mientras estudiaban en la misma universidad. Pero ninguno de los dos gozaba de una gran cantidad de dinero con lo que necesitaban un inquilino más para poder con los gastos del piso. La búsqueda fue ardúa, Erin rechazaba todos los posibles inquilinos que Jesse presentaba, hasta que en su desesperación no le quedó otra que aceptarlo a él.All Rights Reserved