Después de una confesión fallida por parte de Jiang Cheng hacia Lan Xichen, el menor comienza a tener algunos síntomas extraños. - JiuJiu, ¿en verdad estás bien? - Claro que si, es un simple catarro no voy a morir. O eso era lo que pensaba hasta que una noche comenzó a sentir algo extraño en su pecho, no podía respirar, era imposible para el, después de varios minutos de toser sin parar se dio cuenta de que en sus manos había sangre, pero eso no era lo extraño, lo extraño era que había pétalos de loto. El no era tonto, sabía que tenía Hanahaki.