A pesar de mi nula experiencia en el mercado amoroso y mi corta edad, seguía pensando que San Valentín era una de las cosas más estúpidas que existían y con ello el amor.
Estaba segura que todos estaban más que seguros en otorgar al ser humano comida, libros y animales, pero un alelado soltó: «Oh,¿Por qué no les damos un sentimiento con el cual se vuelvan aun más tontos de lo que son, que no paren de babear por alguien y que sufran como unos desgraciados? Pongámosle una fecha, ¿Qué tal San Valentín?»
Y asi princesos y princesas se creó el más estúpidos de los sentimiento, el amor.
#979 En humor
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