-Quedate. -Lo siento... no puedo. Ella intento correr en ese instante, pero el fue más rápido y tomándola de la mano dijo: -Yo se que tu siente lo mismo por mi. -Ya basta... es solo un amor de niños...olvidalo. -No puedes hacer esto. -Ya lo he hecho, y espero que cuando nos volvamos a ver,me hayas perdonado. Así ella se fue. -Ya te he perdonado.