Elizabeth no sabía lo que pasaría al perderse en esa mirada intensa la cual la veía con anhelo, pero misteriosa. Estábamos peleando en la biblioteca otra vez. -¿Que harás si yo muero? -Eso no pasará, pero si sucede ten por seguro que te seguiría, no puedo vivir sin ti, no podría continuar y no quiero. No sabemos a que nivel pueden llegar nuestras obsesiones. Mentiras y promesas rotas, ella deberá descubrir su origen para salvarse.