Dicen que todo el mundo sueña o ha soñado alguna vez con encontrar el amor. Ese tipo de amor que leemos en novelas con pocos personajes y muchas escenas de sexo, un amor repleto de sensaciones y emociones que parecen mágicas e inalcanzables pero que a todos nos encantan. Bueno, yo no soy una de esas. No creo en el amor aunque esto no siempre fue así. Cuando era pequeña me encantaba ver películas románticas y me imaginaba siendo una de esas chicas a las que todo les salía bien. A medida que fui creciendo me di cuenta de que no eran más que eso, películas, y que la realidad no era como la pintaban ahí, o eso creía.