Una chica que ha pasado por mucho sufrimiento. Abusada físicamente por sus padres biológicos y vendida a los diez años a un señor con quién había entablando una amistad y era su soporte emocional.
Sin embargo, tras un año de vivir con quién para ella era su salvador, todo cambió sólo por haber salido al patio, pues ese hombre mostró su verdadero ser.
El Señor, como debía llamarlo la chica por orden de él, se convirtió en su carcelero, sus planes eran simples: Convertirla en la esposa perfecta para él.
Ella había aceptado su destino, pero un golpe de suerte se le presentó para escapar y así, comenzar una nueva vida como ella quiere, con un nombre y vida falsa, sobreviviendo bajo el lema «Soy mi propia dueña»