La sensación de abandono no se va de su cuerpo. Maldita sea la hora, maldita sea el momento, maldita sea su petición, maldita sea aquel sueño, maldita sea la sensación. Lo extraña, lo extraña demasiado, lo necesita más de lo que jamás llegó a imaginar que necesitaría de alguien. El extraño es la sensación más horrible que un ser humano puede sentir, esa horrible y nefasta sensación es algo que nadie le desea a otra persona. ¿Qué tanto daño puede hacerse uno mismo?, ¿en qué momento tu cabeza hará que que tu mismo te hagas un sabotaje?, ¿qué tan mal de la cabeza hay que estar para que eso suceda?