"Lord Shen se encontraba sentado en su escritorio, trazando pinceladas de tinta sobre uno de los papeles. No era raro verlo alterado, eternamente ansioso y de comportamiento errático, pero se encontraba especialmente nervioso esa noche. Sabía que era inevitable, que iba a suceder, porque no tenía control de su cuerpo. Pero sí de su mente, entonces siempre se preparaba mentalmente para las próximas horas de dolor que parecían no acabar nunca, incluso después de haber terminado." El ilegítimo príncipe pavo real de la ciudad de Gongmen debe atravesar una vez más la misma situación que le tocó y tocará atravesar durante el resto de su vida: poner huevos. Pero no estará solo en esta tarea, siempre hay alguien que nos puede brindar una mano, o mas bien, una pata.