La historia se ha terminado. Todos los días la vida era monocromática para Seig, la gente que pasaba a su lado tenía el mismo aspecto. Sin colores. Sin sonido. Todo era triste. Fue considerado un paria ya que su mirada vacía en sus ojos lo hace parecer muerto. Hasta que su criada le mostró una serie de anime. Fue una explosión de colores que le dio vida a los ojos. Desde entonces, siempre había querido ser como los personajes principales, haciendo que los espectadores lo miraran asombrados mientras mostraban sus poderes. Incluso cuando fue intimidado por que le gustara el anime, mantuvo una actitud positiva al ver anime. Todo valió la pena cuando murió como un héroe y fue recompensado con algo que lo ayudó a lograr su sueño en otro mundo. Este es un fan fic que no tengo en ninguna de las series de anime que pueda mencionar en mi ficción. Además, esta es la primera vez que escribo historias, así que tenga paciencia conmigo. Disfrutar.