El bosque que no podía olvidar

La perfección de un reino no promete la paz en éste.

Nadia nunca ha salido de palacio más allá que para visitar la tierra vecina que algún día reinará Jasya, su mejor amiga y princesa heredera. Finalmente, en su veinteavo cumpleaños, su padre le permite ver la tierra a la cual deberá dedicarse en cuerpo y alma, proteger y mantener. Solo entonces se dará cuenta de que no todo es lo que parece; que la perfección de una manzana no muestra la podredumbre interna. Atraído por la curiosidad de un encuentro fortuito, Nadia deberá abrir su mente a nuevas posibilidades, sentimientos y, sobre todo, a acarrear la responsabilidad de sus decisiones.

Una aventura ofrecida por el destino y creada para desafiarlo.