2 parts Ongoing Los cisnes son animales magníficos, que desprenden de cada una de sus dóciles plumas cierta y sutil elegancia, misma que la realeza despide en cada paso de su andar.
Existen varios y distintos colores para aquel manto que recubre sus cuerpos, los más comunes son blancos y grises, en cambio los cisnes negros son tan poco frecuentes como los días en que el alma y el ser se sienten eufóricos al vivir.
Un cisne negro, eso es en lo que él se convirtió. Un ave con un manto de luto, la acromía del cielo sin luna ni estrellas, la superstición de malos augurios o la misma muerte para aquellos que se niegan a ver las ventanas del alma.
A eso lo llevó su metamorfosis, a ser odiado y temido por aquello que su plumaje muestra a plena vista. Sin embargo, siempre se encuentra una salida para la tristeza, el miedo y el dolor. Aunque no siempre sea suficiente.
-¿Sabes? Hace tiempo solía pensar que los malos momentos no podían ser tapados con los buenos y debían enfrentarse por más dolorosos que sean, sin embargo, en el fondo sabía que hacía lo contrario para no sentirme tan miserable conmigo mismo.