Wei WuXian sabe mejor que nadie que la espera es algo verdaderamente tortuoso, incluso cuando se trata de cosas realmente triviales.
Luego de diez años de feliz matrimonio tanto él, como su esposo y su cuñado, finalmente alcanzan la inmortalidad, y Wei WuXian no cabe en su propio regocijo, ahora por fin podría pasar toda la eternidad al lado de su amado esposo, recompensando todo el tiempo que Lan Wangji sufrió en silencio su perdida, amándolo, cuidándolo, y demostrándole su amor en cada oportunidad.
O al menos así era como debería haber sido, sin embargo el día de asunción de su cuñado, Wei WuXian se quedo involucrado en un terrible incidente que no solo acabaria con su brillante futuro, sino también, con sus ganas de vivir.
Riku, un lobo de plateado pelaje, hijo menor del respaldo líder de la tribu de los lobos presenta un pequeño problema... No es alfa. Pequeño problema que su manada más bien vio como una deshonra. Todos los machos hijos del líder eran alfas, y Riku no se vio diferente. El lobo plateado notó la decepción, su familia ya no lo trataba bien y la indiferencia de sus hermanos comenzó a sentir que ya no pertenecía allí.
Fue en su última casería, cuando realmente se daría cuenta que su lugar junto a su manada ya había sido arrebatado, por ni más ni menos que su propio destino.
Orejas redondas y grandes, pelaje de un color chocolate que al sol brillaban como el mismo oro, una cola más corta que la de un lobo, esponjosa y enroscada. Definitivamente no era un lobo.
Riku vio como esa criatura jugaba en los campos junto a unas gallinas. Había una granja detrás de él, otros animales como vacas y ovejas caminaban a su alrededor. Extraño, ese lobo o criatura extraña parecida a un lobo llamaba completamente su atención.