Diario de una sumisa

Mientras estaba en la universidad, Jennie se sorprendió al descubrir el encanto de los chicos (jóvenes estudiantes como ella) que la azotaban. En un principio, no fue más que una anécdota que se convirtió en algo más serio: encontrar nuevas experiencias eróticas temprano. Poco después, Jennie es ahora una reportera segura y ha establecido una relación con Jean Carlo. Jean Carlo no dudará en brindarle la relación sexual que desea y la llevará al límite de la felicidad inesperada mediante la entrega. Sin embargo, solo cuando conoció a James, un corredor de bolsa lindo y divertido, y se enamoró locamente de ella, finalmente entró en la zona más oscura del placer.
Libardo la fascinaba: eran las manos las que acariciaban, sometían y azotaban.
Pero, ¿hasta dónde puedes llegar en nombre del placer y el amor?
¿Es una persona tan gentil ... tan rígida?