33 parts Complete ¿Qué es el invierno sino la estación de la introspección, de la búsqueda de uno mismo, de la confrontación con la realidad?
Nos invita a mirar hacia adentro, a reconocer nuestras sombras, nuestras heridas, nuestras cicatrices. Nos despoja de las ilusiones, de las falsas apariencias, de los adornos superficiales. Nos muestra la verdad, aunque duela, aunque nos cueste aceptarla.
Hay que saber captar su esencia, no solo como una época del año, sino como una experiencia vital, una forma de ver el mundo, una actitud ante la vida.
El invierno se convierte en el símbolo de la tristeza, de la soledad, de la desilusión, pero también de la esperanza, de la fe, de la resiliencia.
Estos poemas son el testimonio de un joven que ha vivido muchos inviernos, que ha sufrido y llorado, que ha amado y perdido, que ha luchado y resistido. Un joven que ha cumplido inviernos, pero que no ha perdido la capacidad de asombrarse, de cuestionarse, de soñar.
Es mi invitación a compartir nuestros sentimientos, pensamientos y reflexiones.
Acompañame en este viaje hacia mi norte. Mi Invernalia.