las vidas de las personas transcurrían normalmente, un martes como cualquier otro y faltando solo 15 minutos para las doce, después de eso, las cosas cambiarían para los habitantes del pequeño poblado entre las montañas. Una historia que demuestra que pese haber pasado los años, el amor puede traspasar el tiempo, puede volverse a encontrar, una y otra vez, si es que el destino lo quiere.All Rights Reserved