Se avecina un año más de universidad, es el segundo para mi, y aunque me lo he planteado varias veces a lo largo del verano he decidido seguir cursando los estudios de artes escénicas en Vigo. El año pasado comencé con mucha ilusión, me trasladé a una nueva ciudad dejando atrás A Coruña y mis amigos de toda la vida, y aunque parezco muy sociable en un primer momento me cuesta mucho abrir mi verdadera personalidad a alguien. Soy hermética, como diría mi padre, un toxo, una planta típica gallega que pincha aunque sea llamativa. Primero fue un año que empezó tremendamente bien y acabó siendo horrible. Compartí piso con unos compis encantadores pero me enamoré de uno de ellos, resultando ser la persona equivocada y empecé a dejar de lado lo que me apasionaba. El verano me ha servido para replantearme las cosas y fijarme nuevos horizontes, y hoy, aquí me planto, de nuevo en Vigo a punto de abrir la puerta de mi nuevo piso de estudiantes y conocer a mis compis pero con un objetivo claro: Eva, vienes a conseguir tu sueño, no te salgas del camino.