-Lamento haberla hecho esperar señorita- dice una voz aterciopelada. Mi corazón da un brinco, y al instante comienza a latir freneticamente, mis manos comienzan a sudar ¨Es él¨ pienso. Me giro con una sonrisa enorme, la cual es borrada de mi rostro al ver quién era mi admirador secreto, ¡no podía ser él! ¡No podía ser mi admirador secreto!